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Roger Dean Kiser, Sr.
Había una vez un chiquillo que vivía
en un orfanato.
El chiquillo siempre deseaba volar como un pájaro. Le costo
entender porque no pudo volar. Había pájaros en el zoo mucho
más grandes que él y ellos podían volar. -¿ Porqué no puedo
volar?- pensaba , - ¿Hay algo defectuoso conmigo?- se preguntaba.
Había otro chiquillo que era cojo. Siempre había deseado andar y
correr como los demás niños y niñas.
-¿Por
qué no puedo ser como ellos?- pensaba.
Un día el huérfano, que quería volar como un pájaro, huyó del
orfanato. Llego a un parque donde vio el chiquillo que no podía
ni andar ni correr. Estaba jugando en la arena.
Se fue corriendo hacía el chiquillo y le preguntó si alguna vez
había querido volar como un pájaro.
-No,- respondió el chiquillo que no pudo ni andar ni correr, -
Pero si que me he preguntado como sería andar y correr como los
demás niños.-
-¡Qué triste!- dijo el huérfano. -¿Piensas que podríamos ser
amigos?- preguntó.
-Claro,- dijo el chiquillo.
Los
dos chiquillos jugaron durante horas. Hicieron castillos de arena e hicieron unos ruidos
graciosos con las bocas. Los ruidos los hicieron reír mucho.
Entonces vino el padre del chiquillo con una silla de ruedas para
llevarse a su hijo. El huérfano que siempre había querido volar
se fue corriendo al padre del chiquillo y le susurró algo.
- Eso estaría bien.- dijo el hombre.
El chiquillo que siempre había querido volar como un pájaro se
fue corriendo a su nuevo amigo y le dijo, - Eres mi único amigo,
ojalá pudiera hacer algo para que anduvieras y corrieras como los
demás niños, pero no puedo. Pero si que hay algo que puedo hacer
por ti.-
El huérfano se dio la espalda a su
nuevo amigo y le pidió subir a su espalda. Entonces empezó a
correr por la hierba. Corrió mucho y cada vez más rápido. Hizo
que sus piernas trabajaran aún más. Esforzó más y más sus
piernas. Pronto el viento soplo en las caras de los dos niños.
El padre del niño cojo empezó a llorar al ver a su hermoso hijo
mover sus brazos arriba y abajo en el viento, mientras gritaba con
todas sus fuerzas
-¡Estoy
volando, Papa,
Estoy Volando!-
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